Tuberculosis del olivo
Cultivar un árbol de olivo te sumerge en una constante lucha contra las enfermedades, plagas o insectos que lo atacan. Una de las más recurrentes es la conocida como Tuberculosis del olivo, la cual es una bacteria fitopatógena denominada científicamente como Pseudomonas savastanoi que afecta no solo a los olivos, sino también a los fresnos y adelfas.
Este artículo te ayudará y dará las respuestas más idóneas para contrarrestar todos y cada uno de los daños que genera la tuberculosis del olivo. En cuanto a su reproducción es fácil detectarla, ya que tiene forma de tumores que perjudican directamente a las ramas, secándolas; también hace que el árbol infectado decaiga y en el caso de atacar los frutos, les da un sabor repugnante, no el peculiar.
También conocida como roña del olivo, esta plaga ha ido propagándose rápidamente con el pasar de los años, lo que causa que un número considerable de olivos se vean afectados ante esta situación, que mantiene en vilo a los agricultores y productores de este vital árbol. Su erradicación es difícil, más que todo por la rapidez con la que se propaga y la poca efectividad que ofrecen los tratamientos tradicionales.
Tuberculosis del olivo síntomas
Ya sean en forma de tumores o simples verrugas, la tuberculosis del olivo toma auge mediante esa apariencia. Son de forma redonda en las primeras etapas de inicio y algo esponjosas. El tamaño varía desde los pocos milímetros a varios centímetros de diámetro.
Con el paso del tiempo, los tumores o verrugas adquieren colores pardos y se hacen mucho más grande, más pronunciados. En cuanto a su apariencia, suele ser más leñosa, se arrugan con facilidad y puede poseer un aspecto agrietado y con disposiciones abiertas.
Las partes del olivo donde se hospeda esta plaga es en el tronco, las ramas, tallos y brotes, en pocas ocasiones se plantan en las hojas, frutos y raíces. Para saber si tu árbol de olivo posee esta afección lo recomendable es siempre echarle un vistazo, sobre todo en los brotes y ramas más jóvenes.
La Pseudomonas savastanoi, está latente durante los doce meses del año en la superficie de la plantación, pero para que la bacteria se propague como tal, se debe dar dos escenarios que permitirán su desarrollo:
- Para que la bacteria pueda introducirse en la planta, esta debe poseer una especie de herida por la cual esta tenga acceso absoluto. ¿Qué causa las aberturas? La caída de las hojas, tanto por la poda de sus ramas, la recogida de las aceitunas y los factores atmosféricos, especialmente el clima frío.
- En la primavera y el otoño, la bacteria cuenta con un panorama bastante favorable, el cual son las condiciones de la temperatura y la humedad.
Ahora, si el árbol de olivo –olea europaea– se encuentra infectado por la bacteria, su propagación es demasiado rápida como para controlarla, y la erradicación se torna muy dificultosa. Los brotes nuevos y las ramas pueden ser las más perjudicadas, pueden morir. Si la enfermedad continúa genera una debilidad tremenda en tu plantación.
Normalmente las bacterias causantes de la tuberculosis son encontradas principalmente dentro de los tumores, que gracias a la lluvia se distribuyen las bacterias sobre la superficie del olivo, aprovechándose de las heridas para poder introducirse e infectar el árbol. Según la amplitud de la herida el tumor puede llegar a unirse o quedarse aislado de otros tumores.
Una vez provocada la infección, la bacteria altera los niveles hormonales de su zona de influencia. Esto induce al olivo a un proceso de hiperplasia (multiplicación celular desordenada) que acaba desarrollando los tumores o verrugas propios de la roña del olivo.
Las condiciones óptimas para la bacteria son temperatura de entre 21 y 24 ºC unidas a condiciones de muy alta humedad. Las infecciones que se producen durante el otoño-invierno no son visibles hasta la primavera. En cambio, las infecciones primaverales pueden desarrollar tumores tan solo tras dos semanas.
Tuberculosis del olivo tratamiento
Mediante el conocimiento de la enfermedad, resulta posible aplicar medidas culturales que eviten su propagación. También la aplicación de ciertos tratamientos es útil para el control químico de la enfermedad.
Eliminar las ramas con presencia de tuberculosis. Los tumores son el principal punto de propagación de las bacterias que causan la enfermedad.
Como bien sabemos la lluvia y las heridas son dos factores de riesgo en el desarrollo de la tuberculosis. Por ello hay que evitar a toda costa la recolección de aceitunas en olivos mojados o con inminente probabilidad de precipitación
La recolección mecanizada mediante vareadores de peine causa múltiples heridas en las ramas. En la actualidad, el uso generalizado de estos vareadores está favoreciendo la infección de tuberculosis. En olivares de variedades sensibles como Cornicabra es poco aconsejable realizar la recogida con este tipo de maquinaria.
Aprovechar el tiempo seco para podar y desinfectar las herramientas de poda.
Tuberculosis del olivo prevención
Lo más importante en esta enfermedad es la prevención para evitar infecciones durante todo el año, siempre evitando la acción de la bacteria y atajándolo de inmediato.
- En la poda anual de los árboles, aquellos que estén infectados deben dejarse para el final y destruir los restos vegetales.
- Deben realizarse en tiempo seco las podas de las partes infectadas con los tumores, porque como hemos visto la humedad favorece la dispersión de la enfermedad.
- Desinfectar las herramientas de poda entre corte y corte para evitar su dispersión por los demás árboles de la plantación porque se disemina con mucha facilidad.
- No recolectar las aceitunas en días muy húmedos o lluviosos, ya que aquellas que estén afectadas por la enfermedad pueden transmitírselas a los árboles sanos.
- En la cosecha intentar, en la medida de lo posible, los daños a los árboles, que son una puerta de entrada de esta enfermedad.
- En ocasiones se puede llevar a cabo tratamientos cúpricos que pueden reducir las poblaciones, aunque en realidad, se ha comprobado que es poco efectivo.
Ha sido un largo recorrido por el mundo que engloba y en el cual está sumido la tuberculosis del olivo. Para evitarla y en todo caso tratarla, te sugerimos emplees todos y cada uno de los pasos que te hemos proporcionado para que tu árbol no se decaiga y pierda esa belleza natural que lo caracteriza. ¡Consíguelo!
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