▷ Poda del olivo ¡Cuidados y SECRETOS 2019!

El árbol de olivo, como cualquier otra planta y ser vivo, requiere de mucha responsabilidad, atención y dedicación. La jardinería es una actividad o profesión que debemos tener presente al momento de podar esta plantación, pero sobre todo la habilidad y destreza que hace destacable esa tarea.

Tranquilo, no suena tan difícil. Podar un árbol de esta magnitud no es una tarea imposible, pero sí un poco complicada depende de la situación y el contexto en el que se ejecute. De tu habilidad dependerá el óptimo desarrollo con el que crecerá tu Olea europaea –nombre científico del olivo-.

Si deseas mantener el equilibrio de sus principales funcionalidades, tales como la vegetativa y reproductiva, deberás tomar en cuenta que esta debe ser concretamente compatible con sus otras propiedades: producción, vitalidad, período improductivo y demás. Eso te ayudará a prolongar su vida y período productivo, además de retardar su decadencia y vejez.

Cómo podar un olivo

Antes de meternos de lleno en cómo se debe podar un árbol de olivo, es vital que tengas presente que todo dependerá del tamaño y el avance de su crecimiento. Un olivo joven, se poda muy poco o prácticamente nada, ya que esto acortaría su período improductivo, además no queremos dar un paso en falso y hacer un mal corte.

En el período adulto, es aconsejable podar por encima, ligeramente, sin estropear sus ramas. Ahora, todo cambia cuando el olivo se encuentra en su etapa de vejez, ya que el cuidado en la poda es mucho más complicadas e intensas, requiere altamente de un lapso de tiempo para su reconstitución. Recuerda que no solo es podar, sino también abonarla y regarla con agua.

Es importante resaltar que antes de empezar a podar tu árbol, te hayas ilustrado acerca de ello y obtenido la mayor cantidad de información, así no se convertirá en un dolor de cabeza. ¿No lo hiciste? Pues acá te dejaremos varios métodos y pasos a considerar al momento de podar y cortar ramas a tu árbol de olivo. ¡Sigamos!

Poda de formación:

1 – Al tener en nuestras manos un olivo en pleno desarrollo, lo primero que debemos hacer es direccionar el crecimiento de este, como lo hacen millones de personas en el mundo con sus bebés los primeros dos años de vida. De esta manera el olivo tendrá la forma y dirección que tú decidiste tuviera.

Luego de la plantación definitiva, la primera poda se realizará por vez primera en la estación de verano.
Los brotes de ramas secundarios, menores a 0,8 m de altura, tendrás que cortarlos con una tijera especial para poda.

2 – El segundo paso a realizar es el de asegurar la posición correcta de crecimiento que tendrá tu árbol. El método utilizado para llevar a cabo esta operación es la de colocar ataduras que eviten el crecimiento de brotes secundarios en el tronco principal.

Lo primero será conseguir una cuerda de jardinería o una común y corriente que puedas tener en casa al alcance de la mano; posteriormente, rodear el tronco desde su superficie hacia su punto más alto, que debe alcanzar alrededor de 1,2 m de altura.
Al momento de hacer las ataduras es importante saber que no debes sujetarlas con mucha fuerza, ya que eso afectará al tronco y sus ramas principales se secarán. Cosa que no queremos.
Regularmente, toma en consideración cambiar la cuerda, eso te evitará mayores complicaciones a futuro.

3 – Revisa y chequea cada uno de los brotes secundarios. A pesar de podar correctamente tu planta, es normal y probable que sigan apareciendo los brotes secundarios en los primeros dieciocho meses.

Para evitar los brotes secundarios, observa la evolución y el crecimiento del olivo cada semana.
Si sigues el paso anterior al pie de letra y encuentras un brote, no te preocupes, córtalo con una tijera de podar, pero eso sí, mientras esté verde, después será complicado quitarlo y aparecerán muchos más con el pasar de las semanas.

Poda de producción

1 – De vez en cuando y esporádicamente deberás realizar una poda a las ramas más viejas. En este etapa, lo más seguro es que tu olivo tenga ya cerca de cuatro años, por lo cual cada corte que apliques irá orientado a la producción de frutos de manera abundante.

Tras alrededor de tres años en pleno desarrollo, te conseguirás con ramas ya viejas, estas las cortarás con una tijera para podar y le darás prioridad a las más jóvenes, que por obvias razones son gigantescamente más productivas.

2 – ¿Recuerdas los brotes secundarios? Pues te encontrarás con estos, pero ya secos. Toma en cuenta que habrá una cantidad considerable de ellos, pero mientras menos haya, más productiva será su fructificación.

Aplicando la técnica del corte bisel, cortarás pequeños trazos, limitándote exclusivamente a los sectores más secos, de esa manera no dañarás tu árbol.
Los molestos brotes secos de las ramas debes quitarlos inmediatamente, puesto que días después te darás cuenta que comenzarán a crecer nuevos brotes, pero está vez verdes.
¿Ramas secas? Puedes optar por cortarlas. Estás las reconocerás porque tienen un color marrón, lo que le resta vitalidad a tu planta.

3 – Para asegurar la distribución total de la luz solar de manera uniforme, será necesario que claudiques de varias ramas de la copa para optar por el mejor rendimiento.

Este paso es fundamental. Corta las ramas de la copa hasta que logres apreciar que la luz del sol llega a la gran mayoría de las zonas de tu planta.
¡Cuidado! No dejes sin luz al tronco y sus principales ramas, esto conllevaría a su envejecimiento prematuro. Si lo logras, extenderías su época y fase de producción.

Poda de regeneración o rejuvenecimiento

1 – Este método suele ser el más complejo de todos. ¿Por qué? Ya no es una plata, es todo un árbol. Al verlo en tu jardín diariamente detectarás que ha envejecido, este período se lleva a cabo entre los 20 o 40 años del árbol.

Con esa cantidad de años de antigüedad, podrás apreciar que tu árbol presentará pocas hojas en sus ramas.
Si te ubicas en el tronco y alzas tu mirada, podrás observar un hueco en lo que vendría siendo el centro de la copa de tu olivo, de igual manera si lo vez de arriba.

2 – Con herramientas considerablemente más grandes de las que utilizabas anteriormente, elimina la rama madre que intervenga y obstruya el paso de la luz solar.

Ubica la rama más firme y rígida. Esa será la que cortarás. Lo recomendable es hacerlo con un serrucho aplicando el corte en bisel.

3 – Cada tres años deberás repetir este proceso, tarea que te asegurará que cada rama madre no tendrá más de 12 o 15 años.

Considera que luego de cortar una rama madre la producción disminuye el primer año alrededor de un 25%. Pero al siguiente no sólo se recupera sino que también se incrementa.
Si realizas el ciclo correctamente, extenderás la vida de tu olivo.

Todo se torna más fácil con una breve y didáctica explicación. Ahora en adelante recuerda aplicar cada uno de estos pasos para tener un árbol de olivo ejemplar; despampanante. Compártelo con tus amigos y extiendan su conocimiento a la poda de olivos. ¡Tú puedes!

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